A las 12:43 minutos del mediodía de ayer se registró un terremoto de 7.2 grados en la escala Richter, frente a las costas de Usulután en el oriente del país, con una profundidad de 33 kilómetros y una duración de 10 segundos, según datos del informe de Protección Civil.
Las autoridades aseguraron que el terremoto fue sensible en todo el país, desde la zona oriental hasta el occidente y fuerte desde la franja central hasta la línea costera.
La ministra de medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Polh, aseguró que en la capital el movimiento sísmico se percibió con una magnitud de 5 en la escala de Mercali modificada, mientras la estación sísmica Ranchitos, ubicada en el volcán de San Miguel, mostró que el sismo fue de magnitud 7.2 en la zona.
El sismo hizo que empleados de diferentes instituciones de la capital salieran a las calles como medida de protección, igualmente sucedió en zonas residenciales donde los habitantes también salieron a las calles ante el temor de una réplica mayor.
El monitoreo del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional en los 14 departamentos determinó que no se reportaron daños materiales ni personales que lamentar.
Luego del sismo, se presentaron siete réplicas en la zona de magnitudes entre 4 y 5 en la escala de Richter, según reportes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El sismo fue percibido en todo el territorio nacional expandiéndose a Honduras y Nicaragua.
La magnitud del movimiento telúrico encendió las alertas por un posible tsunami en las costas de la zona oriental por lo que las autoridades de Protección Civil decretaron una alerta amarilla que después de dos horas y media de monitoreo constante, quedó sin efecto.
El Director General de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres, Jorge Antonio Meléndez dejó sin efecto la alerta amarilla a nivel nacional emitida a las 12:50 de la tarde como parte de las medidas para dar seguimiento al sismo frente a las costas de Usulután. Al mismo tiempo, informó que la mayor amenaza de tsunami había pasado.
La alerta de olas altas fue declarada ya que el protocolo de seguridad ordena que, al presentarse un sismo de magnitud mayor a 7 grados debe emitirse la alerta preventiva correspondiente.
Sin embargo, no se observaron cambios en la conducta del mar, ni en las playas, ni a nivel profundo. Según el informe de monitoreo, en el transcurso de la tarde las cámaras del MARN, ubicadas en los puertos, no observaron diferencias significativas en el oleaje.
Sólo en Acajutla se observó un cambio de cuatro centímetros sobre el nivel normal del mar, pero no generó afectaciones en la zona costera.
Protección Civil recomendó a la población no ingresar al mar en las horas siguientes y atender las recomendaciones en las siguientes 24 a 48 horas. Ante estos casos se debe mantener la calma y no hay que dejarse llevar por rumores, se deben atender las indicaciones de las fuentes oficiales, dijeron las autoridades.
El último terremoto registrado en el país fue el 13 de octubre de 2014, con una magnitud de 7.3 grados en la escala de Richter. En aquella ocasión sí se reportaron daños leves.